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Con frecuencia los seres humanos nos hacemos preguntas acerca de nuestro comportamiento y del origen de nuestros sufrimientos. Estas pueden tomar fuerza en momentos de crisis o antes de empezar un proceso psicoterapéutico. A continuación encontrarás unas de ellas y algunas respuestas que pueden ampliar tu análisis acerca del tema.

Quizás ese estado de contemplación donde solamente estamos dispuestos a vivir sin sentir miedo, sea una especie de estado meditativo, que es difícil experimentar cuando estamos alterados
emocionalmente. De allí que sea importante poner en práctica nuestra capacidad de observación, por ejemplo permitiéndonos sentir un placer tranquilo y natural al observar una pintura, una
situación en la calle, una obra de teatro, un concierto, o simplemente a alguien con quien hablamos. La capacidad de observación puede ejercitarse y nos sirve mucho en los momentos de crisis, para saber observarnos a nosotros mismos, sin darnos látigo, pero sí identificando aquellos puntos de los que podemos hacernos responsables, logrando una vida más alegre y ética.

Sí, los cuentos son retratos de acontecimientos muy profundos del ser humano, entonces son una forma de acceder al inconsciente y ayudar a resolver conflictos. Por ejemplo, no todos tenemos un hermano, ni nos han dejado con él en medio del bosque, pero todos hemos experimentado la sensación de abandono y de esperanza, de miedo, de peligro y de salvación. De manera que los cuentos infantiles tocan fibras profundas de lo humano y nos evocan situaciones familiares, en esa
medida nos sumergen en una dimensión interna donde puede estar la situación traumática, situación que la experiencia artística con la literatura puede ayudar a resolver.

Algunas estrategias que ayudan a tramitar el miedo en una situación de violencia son:
-Poner en palabras el hecho violento.
-Reconocer que se siente miedo.
-Valorar si la situación de peligro continúa o no.
-Aplicar pautas respiratorias que faciliten la relajación: “respirar profundo, retener el aire algunos
segundos y soltarlo suavemente. Repetir el ejercicio”.
-Identificar si todavía está en situación de riesgo y si tiene recursos para protegerse.
-Realizar un plan de acción por si se presenta una situación amenazante.
-Hablar de los sentimientos con otra persona. Buscar ayuda profesional.

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